En el atelier de Laura Malingraux somos unas apasionadas de las bodas, y hace unos meses, nos visitó una novia encantadora: Arantza. ¡Esta es su bonita historia de amor junto a Rafy!
Arantza y Rafi se conocieron en el instituto cuando tenían 12 años, pero en aquel momento tan solo eran amigos. Fue durante el viaje de fin de curso a Roma, ya con 16-17 años, cuando surgió la chispa del amor entre ambos. “Desde entonces, han pasado 12 años, «¡qué rápido pasa el tiempo y qué bonito ha sido nuestro noviazgo!”, confiesa la novia.
Una pedida de mano muy especial y familiar
Con motivo del cumpleaños de Arantza, había invitado a su casa a sus padres, a sus 5 hermanos y a su cuñado. Después de abrir todos los regalos, de repente Rafy dijo: “Yo quiero decirte unas palabras”, recuerda emocionada la novia. También afirma que “no podía creerlo, me lo hubiera imaginado en cualquier otro momento, menos en ese. Fue uno de los momentos más bonitos de mi vida y, encima, pude compartirlo con mi familia”.
La novia
Uno de los momentos más esperados por toda novia que va a pasar por el altar es encontrar el vestido ideal, pero a veces, suele ser una tarea algo complicada si no se acude al lugar idóneo. Esto fue lo que le sucedió a Arantza que recuerda cómo en “enero de 2022 comencé con la búsqueda de mi vestido y solicité cita con marcas conocidas a nivel nacional e internacional, pensando que sería todo mucho más fácil, pero no fue así”.


La novia recuerda que “el trato no era muy personalizado y, además, no encontraba ningún traje que me convenciera lo suficiente. En ese momento, entré en pánico, pero mi amiga María fue mi salvadora -se casaba un día después- y le pregunté dónde se iba a hacer el vestido, y me dio la mejor de las respuestas: ‘con Laura Malingraux’, y ahí comenzó el camino hacia el vestido de mis sueños”: un sencillo vestido de crep de línea A con encaje en la espalda.
En cuanto a los zapatos, la novia se decantó por un diseño de Flordeasoka. También lució unos bonitos pendientes de la marca Viceroy y el anillo de compromiso de la Joyería José Luis. Y, por supuesto, también deseaba verse más guapa que nunca en el gran día y decidió apostar los estilistas del Palacete de la Ochava. ¡Estaba preciosa!
Una boda emotiva y divertida
Arantza y Rafy se dieron el “Sí, quiero” más especial e importante de sus vidas el 2 de septiembre de 2022 en el Palacete de la Ochava, un lugar de ensueño donde no faltó ni el más pequeño de los detalles. Los novios tenían claro que querían que todo saliese a la perfección y, por ello, decidieron contar con la ayuda de la wedding planner Bianca Gratiela Lazar, de quien la novia afirma “fue mi ángel de la guarda durante toda la boda”.
Para la decoración floral y el ramo de novia, Arantza no dudó en contar con la experiencia de los floristas de Flores en el Columpio. Sin lugar a dudas, el día de la boda pasa muy rápido para todos los asistentes, pero sobre todo para los dos grandes protagonistas. De ahí, la importancia de capturar cada instante de un evento de estas características. Los novios querían tener un recuerdo imborrable para toda la vida y se decantaron por la fotografía y el vídeo de los profesionales de Torres y García Fotografía. Estos fotógrafos y videógrafos se encargaron de inmortalizar en preciosas imágenes el amor, las emociones y los sentimientos de un día único.
El primer baile
Arantza y Rafy recuerdan que su boda fue “emoción, amor y diversión. El mejor día de nuestra vida”. Como broche final a toda la celebración, llegó el momento más esperado por todos: la fiesta, y con ella, el primer baile de los novios tras el “Sí, quiero”. Los novios no querían bailar el tradicional vals y decidieron organizar un flasmob. Para ello, la novia explica que “contratamos a una profesora de baile” a lo que añade que durante semanas “hicimos ensayos oficiales en la terraza de nuestra casa”.
La novia detalla que el baile comenzaba con los dos bailando un vals, pero “de repente el me pisaba los pies y yo pedía al DJ que cambiase la música. A partir de ahí comenzó una batalla de baile entre chicos y chicas (unos 12). ¡Fue increíble!”.
¿Qué sentías en los momentos previos al gran día? ¿Estabas nerviosa, tranquila, emocionada?
Las dos semanas previas, sí sentí estrés. Durante ese tiempo, estuve organizando y ultimando detalles, quería que todo saliera perfecto y eso me agobiaba.
El día de la boda me desperté sin estrés y con muchos nervios buenos. Eran unos nervios diferentes, nada parecido a cuando tienes un examen en la universidad o te vas a sacar el carné de conducir. Estos nervios me sacaban una sonrisa y me sentía feliz.
¿Cuáles fueron los momentos más especiales para ti durante la boda?
El mejor momento, sin duda, fue cuando entré a la ceremonia. De repente, estaba allí toda nuestra familia y amigos, de pie, aplaudiendo, emocionados. Agarrada del brazo de mi hermano, mi precioso y querido hermano. Al final de la alfombra roja estaba Rafy, no podía estar más guapo. Avancé mirándole solo a él, porque solo quería llegar a él. Llevo ese momento guardado en mi corazón.
Arantza, gracias de corazón por compartir este día tan mágico con nosotras. Desde el atelier de Laura Malingraux te deseamos que seáis siempre muy felices. ¡Enhorabuena pareja!