Toda novia sueña con su vestido y con el día de la boda, se unirá en matrimonio con la persona que ama y comenzará una nueva etapa en su vida. Encontrar el traje que se ajuste a tu personalidad, debe ser parte del trabajo del atelier, y por eso, en el taller de Laura Malingraux nos esforzamos en conseguir el vestido que mejor se adapte a tus gustos y a tu fisonomía. Todos los diseños son de alta costura y se elaboran sobre el propio cuerpo con los tejidos de la mejor calidad y bajo la supervisión de la diseñadora.
Antes de comenzar tu búsqueda, creemos que puede ser interesante hacer un repaso sobre la historia del vestido de novia y, así, conocer la evolución con el paso de los años. ¡Descúbrelo con nosotras!
Las novias romanas
Las novias romanas caminaban hacia el altar con un vestido blanco, y es que, este color era el del dios del matrimonio. Las mujeres se casaban con una túnica que se sujetaba con un cordón de lana y, además, iba acompañada de un manto de color naranja o azafrán. También llevaban consigo una corona de flores trenzadas para culminar su outfit.
La Edad Media y el Renacimiento
En la Edad Media y el Renacimiento, la moda empieza a cambiar y el vestido de novia se convierte en un símbolo de riqueza. Los colores de las telas empleadas eran en tonos rojos, azules o púrpuras y los tintes que se utilizaban suponían un coste económico que solo las clases altas se podían permitir. En esta época, los detalles de los trajes eran brocados, terciopelo, sedas, pieles de armiño, piedras preciosas… Cuanta más cantidad de adornos, más importante era la familia de la novia. Por el contrario, las novias más humildes se casaban con diseños confeccionados en telas como el lino o la lana, mucho más rentables.
El Siglo XVII
Conforme va pasando el tiempo, las novias de clase alta se decantan por colores pasteles acompañados de bordados en oro y plata, eso sí, sin apenas cola. Esta moda se mantuvo a lo largo del siglo XVII y XVIII.
El Siglo XIX
¿Sabes de dónde viene la tradición de los trajes blancos para las bodas? Pues bien, fue la Reina Victoria de Inglaterra quien lo puso de moda cuando se casó con Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, en 1840. Durante todo el siglo XIX se ha mantenido el estilo victoriano en los vestidos de novia, con faldas pomposas y el velo que acompañaba a una larga cola. Durante este siglo, también apareció el que hoy conocemos como corte princesa.
El SIGLO XX
Durante el siglo XX, la moda fue cambiando con el paso de las décadas, y durante los años 20 pudimos apreciar que predominaban las faldas de líneas rectas, escotes tradicionales y la aparición de las mangas largas. Los adornos eran sencillos y las novias solían lucir un sombrero con velo largo. En la década de los 30, las mujeres que pasaban por el altar se decantaban por diseños de líneas clásicas, pero durante los 40, todo cambio a causa de la posguerra, y los vestidos se transformaron en algo más austero.
A partir de 1950, las bodas recuperaron toda su esencia y lujo de la mano de Christian Dior, con modelos para novias chic. Durante estos años, predominaron los vestidos de largas colas con escote corazón, y también aparecieron las transparencias y los drapeados. Las novias de los años 50 iban con el rostro cubierto por el velo y algunas optaban por llevar guantes de seda.
En los 60 y 70, la moda cambió, aterrizó el estilo hipie en la moda nupcial y surgieron los vestidos de cortos justo por debajo de la rodilla y las mangas de tres cuartos. Aunque, también continuaron teniendo presencia en las bodas, los vestidos largos sin velo. El look de la novia iba acompañado por flores naturales y velos cortos. Concretamente, en los años 70, se imponen los drapeados y estilo boho chic, que tienen mucha presencia en los diseños más actuales.
Sin duda, en los años 80, otra boda real se convirtió en tendencia, esta vez de la mano de Lady Di. Su vestido de novia destacó por los velos catedral, mangas bombachas y ramos de flores en cascada. Las pasarelas de alta costura, como las de París o Nueva York, han influido sobre la moda nupcial durante los últimos 20 años, volviendo a las transparencias, los apliques y los encajes.
En el atelier de Laura Malingraux, somos especialistas en alta costura y nuestro principal objetivo es que toda mujer tenga el vestido de novia de sus sueños, independientemente de las tendencias. Pues, estamos a la vanguardia de la moda nupcial y cuidamos al máximo todos los detalles, proporcionando a cada traje los tejidos de la mejor calidad.
Hola! Estoy realizando un TFG sobre moda nupcial y quería saber de qué fuente has sacado la info de la historia del traje nupcial para citarlo en formato apa. Muchísimas gracias de verdad!